La tristeza es una parte normal de la vida, pero cuando va acompañada de desesperanza, inutilidad o entumecimiento , es una señal de que hay algo más serio entre manos que requiere atención y cuidado profesional.
Estos sentimientos pueden indicar que está experimentando depresión, un trastorno del estado de ánimo común que puede deberse a un trauma, una conducta aprendida, patrones de pensamiento negativos y bioquímica, o una combinación de todo lo anterior.
La depresión afecta la forma en que pensamos, sentimos y nos comportamos, lo que puede causar una gran cantidad de problemas emocionales y físicos. Por ejemplo, la depresión puede provocar que te sientas triste, desconectado o apático, lo que acaba afectándote no sólo a ti, sino que también puede tener un efecto perjudicial en tus relaciones.
La depresión puede incluso hacer que sientas emociones muy intensas como vacío, culpa irracional, preocupación por la muerte, pensamientos suicidas y dependencia poco saludable de los demás.
¿Cómo podría reflejarse esto en tu propia vida?
Bueno, si está sucediendo una situación feliz que solía traerte alegría, es posible que notes que ya no te sientes tan relajado o emocionado como antes.
Es posible que sienta una sensación de apatía que parece no desaparecer nunca.
También puede experimentar un aumento de la ansiedad y la agitación, lo que le hace sentirse inseguro o incómodo en situaciones que antes le parecían normales o incluso agradables.
También puede empezar a considerar la idea del suicidio. Ya sea que realmente esté considerando seguir adelante con esto o simplemente esté pensando en ello (lo que se conoce como ideación suicida), comuníquese con un profesional o llame al 911 de inmediato.
El suicidio es una forma permanente de evitar un problema temporal que podemos ayudarle a resolver.
