Psicóloga
Estefanía Hernández
Hola, me llamo Estefanía Hernández y soy Psicóloga y madre. Mi interés en la Crianza Respetuosa empezó en el minuto uno, desde que supe que iba a ser madre.
Mi experiencia vital en la infancia ha sido un detonador para que investigara, a través de mi carrera de Psicología y otras formaciones, como puede ser la Psicología Humanista, Transpersonal e Integrativa, entre otras, una manera de poder ayudar, acompañar y sostener a personas en situación de sufrimiento psicológico.
Pero fue cuando supe que iba a ser madre, en solitario, que me di cuenta de la gran importancia que tiene la prevención para evitar, en la medida de lo posible, traumas tempranos y trastornos que pueden acontecer en la edad adulta como consecuencia de no haber identificado y abordado los indicadores que pueden conllevar problemas de diferente índole en la etapa infantil, adolescente y posteriormente adulta.
Me di cuenta también cómo el bienestar psico-biológico, emocional y espiritual de la madre es sumamente importante para que se pueda conseguir un vínculo sano con el bebé desde que está en el útero materno y en la primera infancia. Puesto que la madre es el hábitat natural del bebé, sobre todo en la infancia temprana, si se desarrolla un apego seguro, seguirá siendo la figura de apego primaria, y ello contribuirá a una mayor confianza y seguridad en la vida del niño y posterior vida de adulto.
Por otra parte, en el contexto de la sociedad actual, vi cómo el sistema establecido y normalizado, no facilita este vínculo, haciendo que la diada madre-bebé se separen a edad muy temprana, incluso causando alienación en la madre durante la gestación, preocupada por el trabajo, la economía, la casa, otros hijos….
El papel del padre, pareja y/o familia se vuelve crucial para hacer frente al apoyo y sostén que requiere la madre cuando está embarazada, cuando nace el bebé, y luego, en la primera y segunda infancia y en la adolescencia. Pero el modelo socio-político actual no facilita que estas condiciones se puedan dar, ya que es una sociedad en la que se han inculcado valores individualistas basados en intereses económicos, políticos e ideológicos.
En mi caso particular, el ser familia monoparental (no por decisión propia), me ha hecho ver la gran problemática añadida cuando las madres se enfrentan solas a este gran trabajo que es la crianza. Cuando no hay recursos humanos, institucionales o económicos alrededor y, además, lo quieres hacer lo más respetuosamente posible en la crianza de tu hijo/hija, la crianza se puede convertir en una gran odisea llena de frustración y sufrimiento.
Por eso, mi tarea principal se centra en ayudar a las madres y padres a entender este gran trabajo vital que es el poder criar de la manera más natural y respetuosa posible, considerando las limitaciones, y centrándonos en buscar las mejores soluciones con los recursos y posibilidades a nuestro alcance. No hay recetas mágicas, no creo que valgan para todas las familias. Cada familia es un mundo, y mi trabajo consiste en poder guiar a cada familia, teniendo en cuenta sus posibilidades, características y recursos.
