Psicóloga
Esmeralda Aguirre
Hola, me llamo Esmeralda Aguirre y soy Psicóloga y madre. Mi interés en la Crianza Respetuosa empezó en el minuto uno, desde que supe que iba a ser madre. Desde ese instante, me comprometí a crear un entorno lleno de amor, comprensión y respeto para mi hijo.
La crianza respetuosa no solo se ha convertido en una filosofía de vida para mí, sino también en una extensión natural de mi profesión. A través de mis estudios y experiencia, he aprendido que cada niño es un ser único que merece ser escuchado y valorado.
Mi objetivo es guiar a otros padres en este hermoso camino, ayudándoles a construir relaciones sólidas y saludables con sus hijos basadas en el respeto mutuo y la empatía.
Mi experiencia vital en la infancia ha sido un detonador fundamental para que me adentrara en el fascinante mundo de la Psicología. A través de mi carrera y diversas formaciones, como la Psicología Humanista, Transpersonal e Integrativa, he encontrado una manera de canalizar mis vivencias personales hacia un propósito mayor: ayudar, acompañar y sostener a personas en situación de sufrimiento psicológico.
Cada teoría y técnica aprendida no solo ha enriquecido mi conocimiento profesional, sino que también ha sanado partes de mi propio ser, permitiéndome ofrecer un apoyo más empático y auténtico a quienes buscan alivio y comprensión en sus momentos más oscuros.
Pero fue cuando supe que iba a ser madre que me di cuenta de la gran importancia que tiene la prevención para evitar, en la medida de lo posible, traumas tempranos y trastornos que pueden acontecer en la edad adulta como consecuencia de no haber identificado y abordado los indicadores que pueden conllevar problemas de diferente índole en la etapa infantil, adolescente y posteriormente adulta.
Comprendí que mi responsabilidad no solo se limitaba a proveer amor y cuidados básicos, sino también a estar atenta a las señales sutiles que podrían indicar dificultades emocionales o comportamentales. La prevención se convirtió en una prioridad, guiándome a buscar información, apoyo profesional y estrategias efectivas para asegurar un desarrollo saludable y equilibrado para mi hijo, consciente de que cada pequeño esfuerzo hoy podría significar una vida más plena y feliz mañana.
Me di cuenta también de cómo el bienestar psico-biológico, emocional y espiritual de la madre es sumamente importante para que se pueda conseguir un vínculo sano con el bebé desde que está en el útero materno y en la primera infancia. La madre, como hábitat natural del bebé, especialmente en los primeros años de vida, juega un papel crucial en el desarrollo de un apego seguro.
Este apego no solo fortalece la relación madre-hijo, sino que también sienta las bases para una mayor confianza y seguridad en la vida del niño, influyendo positivamente en su desarrollo emocional y social a lo largo de su vida adulta. Así, cuidar integralmente a la madre es esencial para nutrir una generación futura más equilibrada y resiliente.
El papel del padre, pareja y/o familia se vuelve crucial para hacer frente al apoyo y sostén que requiere la madre durante el embarazo, el nacimiento del bebé, y en las etapas de la primera y segunda infancia, así como en la adolescencia.
Durante el embarazo, la madre necesita un entorno de amor y comprensión que le permita enfrentar los cambios físicos y emocionales. Al nacer el bebé, el apoyo constante en las tareas diarias y en la crianza es fundamental para que ambos padres puedan adaptarse a su nuevo rol.
En la primera infancia, la colaboración en el cuidado y educación del niño fortalece los vínculos familiares y proporciona un modelo de unidad y cooperación. Finalmente, durante la adolescencia, una red de apoyo sólida es esencial para guiar al joven en su camino hacia la independencia, asegurando que se sienta respaldado y comprendido en cada paso de su desarrollo.